Dicen por ahí que esta va a ser la Navidad más triste y solitaria de nuestras vidas. Viendo las terrazas abarrotadas de los bares no puedo evitar sonreír ante semejante afirmación. Despedimos un año donde la auténtica pesadilla han sido las normas. Mascarillas, geles desinfectantes, distancia social, confinamiento domiciliario, cierre perimetral, interminables colas y toque de queda. El mundo se ha convertido en una distopía. Sin embargo, los españoles seguimos dando rienda suelta a lo que nos distingue: la alegría de vivir y que se enteren en Pernambuco. Siempre que hagamos caso de las recomendaciones sanitarias, no veo ningún inconveniente. De hecho, la risa me parece más necesaria que nunca. Una cuestión de salud mental. Os prescribo cero noticias, dosis masivas de cariño y un suplemento vitamínico de locura. Feliz Navidad, mirones.
EL FABULOSO CHRISTMAS ES CORTESÍA DE NEOGÉMINIS.
Me gusta tu receta, querido lobo. Me voy a doblar la dosis, siempre siguiendo las recomendaciones. Un abrazo.
ResponderEliminarNo podremos abrazar, pero el cariño se manifiesta de muchas formas.
EliminarUn abrazo.
Aunque con atraso, Feliz Navidad, Año Nuevo, y todo. Como dice Pedro de Andrés, buena receta.
ResponderEliminarFeliz 21, Sandra. La receta sirve para todo el año.
EliminarUn abrazo.