Fue a
casa para que le lavara la ropa y, de paso, soltara algo de pasta, pero su
madre dijo: «No, Cataluña, ya eres independiente».
Suscribirse a:
Enviar comentarios (Atom)
Entradas populares
-
Mi Manderley es Guardamar y regreso en sueños a los aromas de la infancia. La casa de la calle San Pedro está llena de todas las personas qu...
-
SEMANA 1 La enfermera me pide colaboración para sostener la pierna de mi suegra en el aire mientras le venda el pie. Lo hago de mil amores, ...
-
Yo soy el cristal empañado donde aquella adolescente llamada Selena dejó una sombra de melancolía. Corría el verano del 88 en Guardamar. Hub...
Nunca he sabido qué diferencia a un valiente de un suicida. Huumm
ResponderEliminarYo sí : la inteligencia
EliminarUna vez te prometí, Esther, que publicaría este micro. He cumplido.
EliminarUn abrazo.
Muy agudo, Clemente.
EliminarEl precio de la libertad :)
ResponderEliminarGran alegoría.
Un abrazo.
Es un precio muy alto, que, esperemos, no haya que pagar.
EliminarUn abrazo.
Irónico e inteligente.
ResponderEliminarMuchas gracias, Pepe.
EliminarEs lo que tiene ser independiente, que se es con todas las consecuencias, sin recurrir a mamá. Buen micro.
ResponderEliminarUn abrazo.
Este es un caso peculiar, pues no hay por qué elegir entre irse de casa o quedarse. Se pueden tener los dos mundos.
EliminarUn abrazo.
Si se sabe convivir, claro.
Eliminar