miércoles, 8 de abril de 2020

EL PERRO

















En la comunidad de vecinos de la urbanización Las Pelusas solo había un perro, el de Carla la transexual. Cuarenta vecinos y un solo perro. El presidente, provisto de mascarilla, trasladó a la propietaria la voluntad de algunos inquilinos de pasear al animal para hacer más tolerable el confinamiento. Carla, en bata de franela, sonrió maliciosamente. Aquel hombre jamás la había saludado y una vez se puso tan nervioso que nunca volvió a compartir ascensor. En las reuniones, le parecía chistoso llamarla Carlos Martínez, aunque hacía años que había actualizado su carnet. El perro ladró dentro como si entendiera. El presidente sudaba copiosamente mientras se retorcía las manos. Creyó oportuno añadir —recalcando el pronombre personal femenino— que pagarían el alquiler que ella fijara. «¿Para qué están las vecinas?», dijo tendiéndole la correa.

20 comentarios:

  1. Estupendo!! Qué buen microrrelato!!

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  2. ¡B u e n í s i m o!
    Que placer cuando nos llega el momento de la dulce venganza...

    Un abrazo.

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    1. Muchas gracias, amiga. Justicia poética lo llaman también.

      Un abrazo.

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  3. ja! la vida le tendió una oportunidad de una pequeña venganza.

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    1. La literatura nos permite desquites mucho más a menudo que la vida real.

      Un abrazo.

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    1. Gracias. Escribir es el mejor refugio en este sin Dios.

      Un cordial saludo.

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  5. Qué bueno! Siempre hay alguien de esa calaña en casi todas las comunidades...
    Un beso

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    1. Es que no me creo que, de pronto, nos hayamos vuelto todos maravillosamente buenos.

      Un abrazo.

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    1. Gracias a la ficción, la realidad y yo ajustamos cuentas.

      Un abrazo.

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  7. la discriminación es una de las peores caras humanas... lindo relato eh, saludos master

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  8. Me pregunto qué opinará el perro de todo esto; dado que en su mundo no existe la discriminación, seguro que le están entrando ganas de volver a su naturaleza lobuna, alimentarse de los restos de basura humana igual ya no le compensa...

    Un abrazo, lobo. Me alegro de haber logrado solucionar lo que me impedía dejar comentarios.

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    1. Seguro que esa opinión perruna da para una buena historia.

      Un abrazo.

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  9. No está tan alejado de la realidad: es esto igual de ruin que los que están adoptando mascotas para tener la excusa de poder salir a la calle.

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    1. No todo es bondad y, de alguna manera, el hombre sigue siendo un lobo para el hombre.

      Un abrazo.

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