jueves, 23 de diciembre de 2021

EL PASEO


Hace unos años, durante unas vacaciones en Albacete, mi suegro me invitó a dar un garbeo la tarde de Nochevieja. Caminando y hablando de nuestras cosas, llegamos nada menos que hasta el Parador Nacional. Son la friolera de seis kilómetros. Desde entonces, he cogido la costumbre de pasear con la única compañía de mis pensamientos antes de las cenas navideñas. Me pregunto cuál será vuestra tradición. Si queréis contármela, estaré encantado de leerla. Como siempre, agradezco a Mónica la magnífica postal. Feliz Navidad, mirones.

miércoles, 15 de diciembre de 2021

LA EXTRAÑA PAREJA















Antonio y Tono, mi suegro y mi padre respectivamente, se acodaron en la barra del único bar abierto a aquellas horas de la madrugada. Eran los últimos parroquianos o quizá los primeros. El dueño les puso dos cañas y un plato de almendritas sin que dijeran esta boca es mía.
     Mi padre volvió a gruñir que aquel audífono era suyo, pero no estaba realmente enfadado. Antonio hizo ademán de quitárselo y devolvérselo, lo cual desató la hilaridad del hombre.
     —¿De qué te ríes?
     —Un poco de cachondeo nunca viene mal.
     Antonio movió la cabeza de un lado a otro: no había quién le comprendiera. Tono apuró su cerveza antes de explicarse.
     —El audífono ya no me sirve de nada. De hecho, oigo perfectamente por los dos oídos.
     —No jodas.
     —Hasta eso puedo hacer. Ventajas de estar muerto, Antonio.
     El aludido tragó saliva y levantó la mano para pedir otra ronda. Las nuevas bebidas iban acompañadas de un plato de agritos.
     —Quédatelo tú —prosiguió Tono—. Lo necesitas ahora que estás a punto de volver.
     La luz se fue de repente. Creyeron que el bar cerraba, pero el dueño les sacó de su error: en aquel barrio había constantes cortes de electricidad.
     Antonio hizo la pregunta definitiva.
     —¿Volver de dónde?
     Meses después de despertar milagrosamente del coma, mi suegro me dijo en un aparte: «No vas a creer lo que te voy a contar».

miércoles, 8 de diciembre de 2021

QUERERES



Cuando te falta alguien querido,
comienzas a valorar el vacío que llenaba,
su lugar en la ecuación
de los héroes domésticos,
su cruda personalidad
bruja.
También descubres
la fuerza escondida bajo las uñas, entre las cejas
capaz de levantar pianos
de angustia.
Esa luminosa
herida de luna
se llama
lobo.

miércoles, 17 de noviembre de 2021

GRUPOS


















Siempre he sido un individualista, un lobo asfaltario y nunca me ha importado lo más mínimo revolcarme en la más dulce de las soledades. Sin embargo, el extremo opuesto también me atrae: adoro una buena conversación donde el tiempo se detenga y frecuento a la gente que aporta un rayo de luz a mi vida. Conocí esta dualidad de mi carácter gracias a la lectura, recomendada por una amiga, de El lobo estepario (Hermann Hesse, 1927).

Pese a su mala reputación, la tecnología, por una vez, ha resultado una aliada para que un tímido como yo creara dos grupos en una conocida plataforma: Escritores Lobo y La Salamanquesa.

Escritores Lobo es, como su nombre indica, una manada de gente que aúlla letras. Solo por contradecir nuestra fama de solitarios, suelo compartir algunas creaciones para ver la reacción de mis compañeros. No se me caen los anillos. A veces sufro chascos como cualquier escritor: la genialidad hay que trabajársela.

La Salamanquesa es un grupo que pretende demostrar que existen actos culturales de calidad en Alicante. La literatura, la música, la pintura, el teatro, la danza y la solidaridad tienen cabida en un universo que incluye quedadas para disfrutar juntos del arte.

Supongo que os gustaría saber mi receta para que los grupos resistan el paso del tiempo. No la tengo. Personalmente, prefiero cuatro gatos buenos a cien malos. Existen mejores cosas en la vida que andar pegado a un móvil.

miércoles, 3 de noviembre de 2021

LOS ASESORES


















Los asesores aconsejaron mantener la mascarilla en lugares públicos hasta que el presidente superara su pánico a las multitudes.

FINALISTA en el Concurso Cuenta 140 de El Cultural.

miércoles, 20 de octubre de 2021

NACIONALIDADES






















En la terraza de un restaurante caro, la extranjera de la mesa contigua dijo: «Disculpe, no hable tan alto. Me está dejando sorda». Eché mano de la paciencia con que se le explica a un niño algo que debería saber: «Claro, soy español». Y no contento con ello, encendí un petardo porque también soy valenciano. Ella estaba horrorizada, de modo que, como buen alicantino, la invité a un chupito de cantueso que me arrojó a la cara sin miramientos antes de largarse. Entonces mi mujer volvió del baño.

miércoles, 6 de octubre de 2021

ROPA VIEJA



















Cómo cuesta
tirar la ropa vieja,
tan holgada
que nos hace sentir cómodos.
Qué fácil, en cambio,
desconfiar,
perder la fe
en las personas.
Tienes razón: fallan.
Los zapatos
también aprietan y no por eso
caminamos
descalzos.

miércoles, 22 de septiembre de 2021

DUELO AL SOL


Al doblar la esquina, vi al hombre detenerse en el extremo opuesto de la acera. Hice lo propio. La soledad de la calle era tan llamativa que no parecía verano, sino un apocalipsis. Avanzamos unos pasos hasta situarnos el uno frente al otro. Se quitó el sombrero muy lentamente para que pudiera apreciar sus ojos provocadores. Ni un atisbo de inseguridad. Transcurrieron unos instantes en los que apenas sucedió nada, salvo que el viento desordenaba mi flequillo como una mano sobre la frente. Tragué saliva y el tipo sonrió mostrando un diente de oro. Acaricié con la punta de los dedos mi muñeca derecha. Fue más rápido que yo por escaso margen. En apenas una fracción de segundo, desenfundó su mascarilla de lunares, se la puso y cruzó al otro lado. La cosa no acabó ahí. Manteniendo la distancia de seguridad de dos metros, me preguntó por dónde caía la Feria de Albacete. Le dije que iba en aquella dirección. Empezamos a caminar juntos y, claro, rompió el silencio para hacer otra pregunta. Y otra. Y otra más. Cuando alcanzamos la Puerta de Hierros, no nos sorprendió encontrarla cerrada. Le invité a una cerveza y un plato de gambitas. Dijo que había perdido el sabor y la confianza en los políticos. En ese orden. No supe si reír o llorar.

miércoles, 15 de septiembre de 2021

MI PADRE FUE TERMINATOR

















Mi padre fue Terminator: un organismo cibernético venido del pasado para protegerme. Cuando la depresión puso nidos en su sesera pensé que, en realidad, echaba de menos su tiempo. Le tocó vivir la Posguerra, las tardes de toros, las canciones de Machín y desvivirse en un sinfín de oficios. Ahora comprendo su sorda tristeza irreversible. Ya no funciona como un reloj, sino como un capricho de Goya. Todos los días amanecen crepúsculo y me mira empequeñecido, huérfano, en el desguace. Lo único que queda de aquel gran hombre soy yo.


miércoles, 25 de agosto de 2021

ENTRE PASOTAS Y FANÁTICOS

















La vacuna corre alegremente por mis venas y aún no me he convertido en zombi. Sería un buen comienzo para un cuento de terror si no fuera porque andamos más necesitados que nunca de comedia.

Entre junio y julio pasé, igual que miles de alicantinos, por los malogrados estudios cinematográficos de Ciudad de la Luz. Mis sentimientos oscilaban entre el nerviosismo y la ilusión después de tan larga espera. He de decir que el personal sanitario me atendió de maravilla, que apenas sentí el pinchazo y que, por suerte, los efectos secundarios fueron soportables. Solo tengo una queja: la palabra «vacunódromos». Que no somos caballos, oiga.

Desde entonces, no ha cambiado un ápice mi conducta. Sigo llevando mascarilla tanto al aire libre como en interiores. Sencillamente, me parece más cómodo que andarse quitando y poniendo el dichoso trozo de tela. A juzgar por lo que observo en la calle, mucha gente —incluso joven— también ha desobedecido la norma que exime de llevar cubrebocas siempre que se pueda mantener la distancia social.

No soy el único que, como digo, hace lo que le parece más oportuno en una situación excepcional. Para eso vivimos en democracia. Sin embargo, he sigo testigo este verano de comportamientos verdaderamente insólitos. Casi diría que aterradores. Están los dos extremos: los pasotas y los fanáticos. En el primer grupo cabría ese personaje que viaja en autobús con la mascarilla bajada. Porque sí. Porque él o ella lo vale. No le teme a nada ni a nadie. Su egoísmo no tiene límites. Qué quieren que les diga: me gustaría gritarle, pero permanezco mudo. Seguro que tú no te habrías callado. El segundo grupo lo formaría quien vive con miedo: deportistas embozados que obligan a sus pulmones a un ejercicio de masoquismo, gente que nunca sale de casa, que apenas se relaciona, que ni siquiera besa a su pareja. Pronto serán los nuevos Hare Krishna.

Seguramente, nos quedarán cicatrices psicológicas. Hay quien pedirá un certificado de vacunación para dar un abrazo; otros, en cambio, buscamos a nuestros semejantes para no perder el tesoro de la ternura.                                                                                  

jueves, 8 de julio de 2021

UN POCO DE TU CARIÑO











Me puse patas arriba como el perro, dejé la lengua colgandera y añadí al surrealista cuadro los ojos lastimeros que había ensayado tantas horas en el espejo. Ni por esas. Todas las cucamonas y arrumacos de mi hija fueron otra vez para ese detestable animal.


HASTA LA VISTA, MIRONES. 
FELIZ VERANO.

jueves, 24 de junio de 2021

HAIKUS DE SAN JUAN



Deslumbrantes son
las fragantes hogueras.
Brillan tus ojos.
 
Carmen Martínez Mateos
 
Abro los ojos
La noche ha eclosionado
Vibran las ascuas
 
Purificación Gázquez Rodríguez
 
El día más largo
solsticio de verano
besó mis labios.
 
Rosa García Oliver
 
Arde la luna
en lluvia de ceniza:
late lo nuevo.
 
David Revert López
 
Llamas ascienden…
¡San Juan borró lo malo!
Y ella sonríe.
 
Jorge Moya Olcina
 
Las Fallas arden
en nuestro corazón. 
Fallecen solas.

miércoles, 16 de junio de 2021

FAQUIR
















El hombre había reunido un corro a su alrededor. Vestía unos vaqueros desgastados y rotos, una camisa de seda y un pañuelo al cuello como Antonio Gala. Se descalzó con insufrible parsimonia. Sentado en posición de loto, pidió al público máximo silencio. Estuvo varios minutos con los ojos cerrados para concentrarse. Un inoportuno tono de móvil fue el pistoletazo de salida. La alfombra de vidrios cortantes crujió acariciando sus pies níveos. Contuvimos el aliento. Al primer gesto de dolor, una madre cegó a su hija para que no viera la sangre que abunda en los videojuegos. Alguien llamó a una ambulancia. El artista aún tuvo redaños de decir mientras intentaba detener la hemorragia con su pañuelo: «Lo siento, damas y caballeros, en realidad soy escritor. Estoy firmando libros en la caseta número 13. Creí que la editorial se encargaría de mi promoción».

miércoles, 2 de junio de 2021

UNA FERIA DE MUERTE


















La Feria del Libro de Alicante 2021 estuvo cargada de polémica a raíz de unas desafortunadas palabras del concejal de cultura Antonio Manresa en las que achacaba la ausencia de autores locales a la desidia de los propios autores.

Las reacciones no se hicieron esperar. Por un lado, el novelista Fernando Parra Nogueras redactó un manifiesto en defensa de los escritores alicantinos (firmado, entre otros, por un servidor). Por otro, la librería 80 Mundos organizó una Feria del Libro alternativa bautizada con el nombre de Stanb(r)ook week.

Con este poso reivindicativo flotando en el aire, asistí acompañado de unos amigos a la Feria del Libro de Alicante. La oficial. No fui esta vez en calidad de firmante, sino en virtud del lector vicioso que soy. El ambiente ferial era gélido para un sábado. No hablo de temperatura, porque hacía calor. Ni una triste musiquilla amenizando la velada. Ni un mísero payasete dando caramelos. Ni un pedillo rompiendo la monotonía. Los pobres autores que firmaban a esas horas tenían hasta telarañas. Litros de gel hidroalcohólico, eso sí. Rayas en el suelo marcando la distancia de inseguridad.

Observé también la ausencia de El Corte Inglés, la FNAC o la librería Pynchon de Alicante. Preocupado ante la no tan descabellada idea de hallarme en un cementerio, me acerqué a una caseta murciana a preguntar. Allí confirmé mis sospechas. Como no soy religioso, acepté la invitación de echar unas risas que me supieron a cerveza rubia.

Me llevé firmado Mortales de Antonio J. Ruiz Munuera, un libro de relatos que intenta desmitificar la muerte a través de la ironía. Después de lo visto aquella tarde, cada uno elige su forma de vivir. Conocemos de sobra el final del cuento.

miércoles, 26 de mayo de 2021

TRECE ROSAS EN ANDARES DE ESCRITOR











Cómo pasa el tiempo. Casi tres años hace ya que publiqué Trece rosas negras (Tres Columnas, 2018). No he parado de leer, escribir y saborear los sencillos placeres de la vida desde entonces. Me gusta detenerme en la literatura de otros, disfrutar y aprender. Detesto la sobreexposición pública; tengo alma de lobo.

El escritor Jorge Alonso Curiel ha tenido la inmensa amabilidad de dedicarle una reseña que habla por sí sola. Destaco algunas frases:

«Escribir es saber elegir»

«Tiene muy presente que al lector nunca hay que aburrirle, que siempre hay que tratarle con respeto, y así su literatura se mueve como pez en el agua en las distancias cortas, (…) consiguiendo hacer las delicias de los lectores inteligentes…»

«Existe una tendencia y un gusto por situarse dentro del género fantástico, (…) pero en su literatura hay mucho más, ya que lo “extraordinario” abarca otros terrenos. Se reconocen (…) una inquietud, una turbiedad y un extrañamiento que recuerdan el surrealismo buñueliano y la literatura del absurdo…»

«Escritor en mayúsculas, escritor lento pero seguro, que no tiene prisa por publicar…»


Si queréis leer la reseña completa, podéis hacerlo en Andares de escritor. Solo me queda agradecer a Jorge Alonso Curiel tanta generosidad. De corazón.


miércoles, 12 de mayo de 2021

EL MENDIGO



Tres semanas de lluvia en Alicante son como tres siglos. Por eso, aquel día soleado me sentía un hombre que acaba de salir de un búnker. Más que pasear, mariposeaba aquí y allá con la vista, disfrutando de los mínimos matices de las cosas.
     —¿Puedes dejarme cincuenta céntimos, maravilla de persona? —dijo un mendigo sacándome de mi ensimismamiento.
     Estuve a punto de inventar cualquier excusa, pero, en el último momento, recordé algo. Hurgué en mi mochila, extraje la moneda y se la di.
     —¿Esto qué pollas es? —espetó el mendigo abandonando el peloteo almibarado de antes. Por un orificio practicado en la moneda pasaba el hilo torzal que yo sostenía con el índice y el pulgar de una mano.
     Le invité a chatos. Mientras se atusaba la barba con algunas gotas del precioso líquido, le aconsejé que, en adelante, hablara con propiedad. Se fue haciendo eses, diciendo que era un tío grande y me dejó sin un euro en el bolsillo.

miércoles, 28 de abril de 2021

LOBO



Al afeitarse la barba de lobo de mar que sobresalía por debajo de su mascarilla, asesinó, sin querer, a una tribu indígena del Amazonas que habitaba entre la pelambrera.

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