martes, 20 de junio de 2023

FICCIONARIO FOGUERIL


Si te sientes un turista en Alicante durante las Hogueras de San Juan, quizá ha llegado la hora de consultar este pequeño diccionario.

-RACÓS: cárceles de metal que invaden las calles sin pedir permiso y donde se encierra por voluntad propia la gente incapaz de cometer un delito como Dios manda.

-BELLEA DEL FOC: joven universitaria dotada de paciencia infinita. Si levantas con sigilo la falda de su traje de alicantina, descubrirás un aparato de aire acondicionado.

-MASCLETÀ: terremoto equivalente a una estampida de búfalos que cruzara la emblemática Plaza de los Luceros, monumento restaurado con el fin de que siga deteriorándose cada año.

-LLIBRET: álbum nostálgico que una Hoguera usa como excusa para vender a las tiendas del barrio anuncios en el mismo a precios exorbitantes con calidad tercermundista.

-NINOT INDULTAT: criatura de madera y cartón robada al fuego porque su parecido con la realidad roza el sueño.

-COCA AMB TONYINA: la bebida más famosa de América y la ausencia de atún se unen en este plato típico alicantino para crear la ilusión de que comes algo más que aire.

-BOMBERS: toreros que manejan la manguera con la destreza de Nacho Vidal para ofrecer a un público entregado una alegre lengua de agua.

¡FELICES HOGUERAS!

miércoles, 14 de junio de 2023

CAUTIVERIO



Durante años, se vistió de azafata del programa Un, dos, tres para satisfacer las fantasías del marino. Las enormes y antiestéticas gafas, por supuesto, no podían faltar. Una mañana llegó una carta. La leyó al estilo Mayra Gómez Kemp: solo el principio. Su mujer le pedía el divorcio a través de un abogado. Entonces se quitó la careta. Lo primero que hizo fue dejarse crecer la barba y regresar a la isla donde conoció al náufrago.

miércoles, 31 de mayo de 2023

CAMINANTES




Para todo aquel que no lo sepa, la Romería de la Santa Faz es una peregrinación que realizamos los alicantinos al monasterio del mismo nombre el segundo jueves después de Semana Santa. Los motivos pueden ser religiosos o no. De hecho, existen muchos alicientes para darse una caminata de cinco kilómetros. Entre ellos, el mercadillo donde no falta la típica caña de azúcar.

Trescientas cincuenta mil personas se reunieron este año en una pedanía de poco más de setecientos habitantes. Lo sé porque estuve allí con mi madre. Soportamos con estoicismo una cola de una hora para entrar al templo. El buen tiempo y el fin de las restricciones de la Pandemia han contribuido a un record de afluencia.

Mi plan original era no asistir, pero mis padres me inculcaron la tradición desde niño. Luego he peregrinado con mi mujer y mis hijos. Lo llevo en la sangre como una droga.

Evidentemente, los ochenta y ocho años de mi madre nos obligaron a coger el autobús. Nada de exhibiciones físicas. Durante la cola, nos protegimos del sol. Una anciana que iba delante no lo hizo y pagó las consecuencias con un golpe de calor.

El despliegue policial y sanitario —propio de un concierto de los Rolling Stones— facilitó ese baño de multitudes que añorábamos sin saberlo, esa explosión de alegría fuera de toda lógica. Al volver a casa, calenté la comida hecha por mi hijo. Luego abandoné el reloj en cualquier rincón y sentí el dulce cansancio del caminante.

miércoles, 24 de mayo de 2023

UNA FERIA SIN ALMA
















La Feria del Libro de Alicante está al borde de la extremaunción. Su edición de 2023 así lo demuestra. Quizá no interesa a un Luis Barcala más preocupado por la campaña electoral, pero no solo de Hogueras ni de playa vive la millor terreta del món. Una parte de la ciudadanía desea ganarle tiempo al tiempo con un buen libro entre las manos.

Mi pequeño ritual de todos los años consiste en ir una vez solo y otra acompañado. El miércoles por la mañana acudo a la Plaza Séneca con esa libertad que da el no depender de nadie. Al primer vistazo, se me cae el alma a los pies. Calvas entre las casetas. Ambiente de tanatorio. Gente insuficiente para camuflarse.

Inicio la visita, pues, parapetado tras un programa. Evito metódicamente las firmas de autores, hipersensibilizado por quienes no saben hacer la o con un canuto y, a pesar de ello, escriben libros como churros. Todos conocemos algún caso.

Constato que apenas hay libros en los mostradores salvo las novedades editoriales. ¿Por qué llevo una lista de títulos en el móvil de hace uno o dos años si sé que ya pertenecen al Pleistoceno? Un simpático editor dispara a bocajarro si me gusta leer. Intenta entablar una charla que derive en una posible compra, pero esas obviedades mejor callárselas. Nadie en su sano juicio le pregunta a un asistente a un concierto si le gusta la música. Un poco más allá, un puesto del Ministerio de Defensa. Lo que faltaba para sentirse cohibido. Señor, sí señor.

El sábado amenaza tormenta. Un grupo baila zumba, pero no entiendo su relación con el mundo del libro. A lo mejor los escritores somos una panda de zumbados. Tomo un vermú en compañía de un amigo mientras el cielo se derrama.                           

miércoles, 17 de mayo de 2023

ADOLESCENTES













Trato de establecer puentes entre los dos, pero ha heredado el carácter de su abuelo. Hosco. Cortante. Altivo. Sabelotodo. Cocinar se ha convertido en una de las pocas cosas que hacemos juntos. Debería estar orgulloso de que rechace una copa de vino tinto mientras reboza el pescado. Alega que luego tiene que estudiar. Entonces mi hijo me propone una última diablura, una chiquillada. Nos llaman a comer y no acudimos. Llevamos el pasotismo al extremo de tardar toda una eternidad. El perro se ha dado un festín gracias a nuestra estúpida payasada.

domingo, 30 de abril de 2023

GUARDAMAR

Hay adultos que nunca han pasado un día solos en toda su vida. Gracias a mi familia, que ha cuidado de mi madre, he podido pasar la Semana Santa en Guardamar del Segura con la única compañía de mis pensamientos. Quizá sea la última oportunidad que tenga, pues nuestra casa de verano está a punto de cambiar de dueño.


VIERNES SANTO

Después de recoger unos papeles en la inmobiliaria, bajo a la playa de La Babilonia a mojarme los pies. Viento fresco y sol ardiente. Oleaje tan intenso que parece el rugido de un león. Por la noche, la sorpresa que un ateo jamás espera. Todas las Cofradías desfilan por mi calle en la Solemne Procesión del Santo Entierro de Cristo. Decido tomármelo con calma y sacar unas fotografías para mis suegros.














SÁBADO SANTO

Practico senderismo en la pinada. Algunos árboles recuerdan a esqueletos calcinados debido al salitre del mar. Culpan de ello al cambio de vientos y mareas ocasionado por un espigón que fue construido sin su correspondiente estudio del impacto ambiental. Necesita una repoblación urgente, pero esta no se realizará con pinos, sino con arbustos que puedan crecer en entornos desérticos. Es el fin del sueño del ingeniero Mira y el regreso al sistema de duna móvil.




DOMINGO DE RESURRECCIÓN

He oído tambores. Levanto la persiana de mi habitación con los ojos aún velados por el sueño. La Procesión del Encuentro es menos gótica que la de Viernes Santo. Las aleluyas caen de los balcones como confeti. Después de la oscuridad, llega la luz.







LUNES DE PASCUA

El río Segura culebrea verdoso durante mi caminata. El objetivo original de llegar a Rojales se diluye porque me he perdido entre cañaverales. Después de más de una hora disfrutando de un sol y un aire templados, al fin reconozco una bifurcación. Me enorgullece no haber preguntado a otros senderistas que se han cruzado conmigo. Elijo a la primera el sendero que me llevará de vuelta a casa.




Antes de regresar a Alicante, visito a una amiga bibliotecaria en su puesto de trabajo. Luego me dirijo, sin decidirlo previamente, a la Casa Museo del ingeniero Mira. Es un placer recorrerla completamente solo. El suelo conserva las baldosas de aquella época. Un hombre de larga barba blanca me observa desde el pasado.

miércoles, 19 de abril de 2023

CASI NORMALES

















Cada vez que mi mujer y yo quedamos con un amigo que pasó el confinamiento solo en casa, un tsunami de recuerdos de aquellos días monopoliza la conversación. Ellos sostienen que fue la mejor época de sus vidas. Obviamente, no pretenden frivolizar con un virus que ha puesto en jaque a la humanidad y ha provocado una masacre sin precedentes. Nuestro amigo tiene un trabajo tiránico, de modo que la Pandemia le permitió descansar como nunca. En cuanto a nosotros, ganamos más dinero sin trabajar que dando clases en la academia gracias a la ayuda económica del Gobierno. Así de precaria es la situación de los autónomos en España.

Este síndrome pospandémico se parece a la nostalgia de esos ancianos que aseguran que con Franco se vivía mejor. En el fondo, pone de manifiesto la falta de empleo digno en este país. Las dos opciones a las que cualquier trabajador se enfrenta: echar más horas que un reloj con los consiguientes problemas de estrés o ganar un sueldo miserable que solo te sirve para subsistir.

El estallido de la primavera coincide con el tercer aniversario de aquel horror. Pasamos meses en una cárcel de oro que el Gobierno nos vendió de dos en dos semanas. Me aficioné al baloncesto en diferido. Os recomiendo el choque contra la Serbia de Djordjevic en el Mundial de China 2019. Los serbios estaban tan pagados de sí mismos que no soportaron el hecho de ir por debajo en el marcador y perdieron ante una España superlativa.

La soberbia humana también ha sufrido uno de los peores reveses de su historia, aunque ya casi nadie se acuerde. En apariencia, la vieja normalidad ha regresado. La mascarilla apenas resiste en hospitales y farmacias. Sin embargo, el cerebro tarda en digerir sucesos traumáticos. Los edulcora. ¿Eres un nostálgico de la Pandemia?

miércoles, 5 de abril de 2023

AMOR POR LOS CUENTOS























Desde que era adolescente, leo y escribo cuentos. También microrrelatos. Ignoro si soy un especialista en la narración corta, pero me sigue enloqueciendo como la mujer de la que estoy enamorado. No sé exactamente lo que me atrae tanto del género: la brevedad, el minimalismo o su carácter minoritario. Supongo que la libertad de contar lo que quiero sin tener que comprometerme demasiado tiempo con una historia. Me aburro pronto, detesto los esquemas y escribo bajo los efectos de una pasión abrasadora. Luego dedico horas a cincelar la idea que quiero transmitir. El lenguaje siempre es un vehículo, nunca un fin en sí mismo. Me importa un rábano que el mundo editorial esté enfocado a la novela, al tocho, a la presentación y a la venta. Yo fabrico relatos. Unos malos, otros regulares y algún que otro pasable. Por medio de ellos ajusto cuentas con la vida. Una sana venganza que Edgar Allan Poe entendería perfectamente.


HASTA LA VISTA, MIRONES. 
FELIZ SEMANA SANTA.
 

miércoles, 22 de marzo de 2023

MÚSICA MAESTRO















Aquella escena de Las brujas de Eastwick donde Susan Sarandon se deja llevar por la pasión y, al fin, disfruta tocando el violonchelo. ¿La recuerdas? Pues yo decidí tararear mientras me examinaba del carnet de conducir. «Para controlar los nervios», argüí ante la cara de sorpresa del examinador. El tipo dijo: «Para el coche». Me hizo bajar, sacó una armónica del bolsillo, improvisamos una de Hombres G. Conduje tan desinhibida que me salté un Ceda el Paso.

miércoles, 15 de marzo de 2023

ZAPATERA




La tortilla le salía zapatera; no, no tenía nada que ver con José Luis Rodríguez Zapatero. Freía demasiado la patata y quedaba más seca que el ojo de un tuerto. Aunque conocía de sobra el sencillo truco de añadir un poco de leche para hacerla más esponjosa, el muy cabezota siguió cocinándola a su modo toda la vida. En el aniversario del Katagorri, el chef Pedro Costa suele desempolvar la receta de su padre. Es jornada de puertas abiertas y la gente devora cualquier cosa.

miércoles, 8 de marzo de 2023

miércoles, 22 de febrero de 2023

INTERNADOS




Hoy no es un sábado cualquiera. Mi hija y yo acabamos de ver el último episodio de la serie El internado (2007-2010).

Me embarga un sentimiento entre la emoción y el alivio. Atrás quedan las situaciones más inverosímiles que podáis imaginar, fuente de innumerables risas en familia. No echaré de menos a Paula y Evelyn —interpretadas por Carlota García y Denisse Peña respectivamente—, convertidas por los guionistas en unas niñas tan bobas e inocentonas que parece que les falta un hervor. Todo en aras de la comicidad más facilona. También nos hemos quedado patidifusos ante Camilo, un profesor de latín que se pasea por el bosque con un ochenta por ciento de su cuerpo quemado. Fermín, apodado el Napias por el tamaño de su tabique nasal, tiene más vidas que un gato. La lista de despropósitos no acaba ahí. Iván Noiret (Yon González) sufre alzhéimer con apenas diecisiete años como efecto secundario de un medicamento. Menos mal que su historia de amor con Julia (Blanca Suárez) posee más autenticidad que la serie entera.

Mención especial merece Amparo Baró en el papel de Jacinta, la gobernanta del internado. Ya nos deslumbró en su paso por Siete vidas, donde hizo tándem con el gran Javier Cámara. Tampoco es manco Luis Merlo como Héctor de la Vega, pero su salida en la quinta temporada y posterior regreso para el último capítulo nos deja indiferentes.

Uno se pregunta si hacía falta ensañarse tanto con Roque, interpretado por Daniel Retuerta, a quien el público jamás perdonó que traicionase a la pandilla. Nunca pudo enderezar su carrera de actor. Me parece muy valiente ser el malo, el cobarde, el apestado.

Compartir tiempo con Clara ha sido un regalo. Tenemos una tendencia natural hacia el misterio y el terror. La comedia ya la ponemos nosotros.

miércoles, 15 de febrero de 2023

SENSORIAL
















El restaurante se llamaba «Sensorial», pero la pareja, que casualmente había sido plantada por sus respectivos acompañantes, no parecía molesta. Al contrario, encantada de haber venido. Maite llevaba soltera toda la vida y Javier era viudo. El camarero anunció que apagaban la luz para potenciar el misterio de los platos, lo cual les dio mucha risa. Terminada la cena, recogieron bastones y perros guía.

miércoles, 8 de febrero de 2023

ALEGRÍA















«¿No te da vergüenza con lo mayor que eres?», preguntó el vigilante de seguridad mientras extraía del bolso con precisión quirúrgica braguitas de todos los tamaños y colores. Tangas incluso. Alegría estaba tan cachonda que no veía la hora de encerrarse en la habitación de su novio para compartir la hazaña en redes sociales.

miércoles, 25 de enero de 2023

EN LA PIEL DEL OTRO

















He decidido no ver la final entre Argentina y Francia porque el horario me parece tan lamentable como los derechos pisoteados en el Mundial de Catar. La algarabía de la afición llega, tamizada por las paredes, a la soledad de mi despacho. Creo que andan por la tanda de penaltis. Cierro las páginas de la novela que acabo de terminar y salgo a dar un paseo. En la calle se ha desatado el apocalipsis. Unos siete mil aficionados —leo el dato después en el periódico— celebran la victoria de la Albiceleste en el centro de Alicante. Los cláxones de los coches, los cánticos, la complicidad bobalicona me obligan a elegir las callejuelas más lóbregas. Voy pensando en esos pobres infelices que festejan sin saber que mañana perderán su trabajo, recaerán en el vicio de las redes sociales o les atropellará un patinete eléctrico. La semilla ya ha sido plantada. El engranaje del destino está dispuesto para echar a rodar. No pretendo ser agorero, sino poner al lector en situación. Los seres humanos no somos entes aislados e independientes, sino bolas que se golpean unas a otras en un eterno movimiento de causa y efecto. Todo esto me pasa por la cabeza tras leer Los hilos invisibles (Grupo Terra Trivium, 2022), la última novela de José Payá Beltrán.

Se trata de un libro peculiar. ¿Cuál del autor no lo es? Desde Puzle de sangre (Aguaclara, 2014), cada novela ha supuesto un reto literario de mayor envergadura, una locura que me río yo de la de don Quijote. También ha abordado el tema de la identidad desde diferentes prismas. En la propia Identidad (Grupo Terra Trivium, 2019), nos presenta una obra sin autor ni portada. Pocos escritores serían capaces de un ataque al ego de estas características. En Un crimen otoñal (Grupo Tierra Trivium, 2020), José Payá se convierte en un estudioso que elabora una edición crítica de una novela incompleta de S. S. Van Dine. Los hilos invisibles se me antoja menos experimental que las anteriores, pero igualmente apasionante. Un hombre intercambia su cédula de identificación con la de un cadáver. A partir de entonces, vivirá la vida del otro.

Decía antes que la novela me parece menos experimental, no que no lo sea. Su rareza consiste en contar la misma historia dos veces. El público puede optar por leer la versión digamos ortodoxa (Los hilos invisibles) o una menos canónica (Séver La / Al revés). La única diferencia entre ambas radica en el ordenamiento de los capítulos.

Ambientada en la Posguerra española, comienza de un modo muy cinematográfico. Incluso diría que tarantinesco. Algunos camaradas del partido comunista exiliado en Francia están cayendo como moscas, tanto a un lado como al otro de la frontera. Los altos mandos deducen que hay un traidor entre sus filas. Un prisionero torturado hasta la extenuación escupe un nombre. Casi cincuenta años después, se produce un crimen tan violento como inexplicable en la localidad de Apis. La causa y el efecto que he mencionado arriba.

¿Qué significan entonces esos hilos invisibles del título? Seguramente que el azar o la casualidad mueve el mundo. También podrían aludir a la mágica coincidencia que hace que una obra literaria aborde ese problema que tanto nos preocupa en cierto momento. El lector siente un consuelo difícil de expresar con palabras. Por algo se dice que el libro es el mejor amigo del hombre.

Todas las novelas de José Payá Beltrán están muy bien escritas. No lo digo en el sentido estricto de cuidar la palabra, sino, sobre todo, por la claridad de su prosa. De esto se desprende que la literatura no solo consiste en usar bellas metáforas, magníficos símiles y graciosas personificaciones. Hay que hacerse entender. Aun así, encontramos fragmentos inspiradísimos: «El frescor me arañó los brazos desnudos, sobre los que se dibujaban los trazos cómicos de la piel de gallina». La fina ironía tampoco falta: «Tras esa muestra de cariño fue invitado a pasar una temporada, a pan y mantel, con buenas vistas, en la prisión provincial de Cuenca». Los guiños a clásicos se insertan con naturalidad: «Se sintió ridículo, boca arriba, pataleando para deshacerse de la bicicleta que se le había enredado en las piernas, bregando con el cuerpo rabioso que pretendía matarlo». Por no hablar de la maestría en el uso de las elipsis temporales, tan necesarias para contar ni más ni menos que lo imprescindible.

El más difícil todavía para un artista consiste en proporcionar todos los datos al público para que saque sus propias conclusiones. Novelas como Otra vuelta de tuerca de Henry James o la película Dictado de Antonio Chavarrías son buen ejemplo de ello. José Payá Beltrán deja algún cabo suelto, alguna pregunta sin resolver en Los hilos invisibles. ¿Alguien se atreve a despejar la incógnita?

miércoles, 18 de enero de 2023

PARAULES D'AMOR














Aprovechándose de la complicidad que había surgido en clase, una alumna marroquí le pidió unas palabras para concertar una cita con un chico catalán. «¿Por qué no usas el móvil como todo el mundo?», preguntó azorado el docente y también escritor. La joven no dijo nada. Era obvio que quería sorprender al muchacho con el dominio lingüístico de quien se codea con el mismísimo Quim Monzó. El cuentista puso los ojos en blanco antes de anotar en un trozo de hoja: M’agrades, nen.

miércoles, 11 de enero de 2023

DESPROPÓSITOS DE AÑO NUEVO



Fumar más de dos cajetillas diarias de tabaco. También sirve vapear. Hacerlo con verdadera fruición y deleite, albergando el sano propósito de despertar la envidia de quien lo ha dejado.

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En una sala abarrotada a rabiar de furiosas feministas, empezar un discurso sobre lenguaje inclusivo con esta introducción: «Buenas noches, señores. Para mí es un honor estar aquí hoy».

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Ir al cine solo. Cuando la cajera, fingiéndose distraída, nos pregunte si realmente queremos una única entrada, responder que nos dé otra para el fantasma de Tino Casal. Por favor.

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Recuperar la costumbre de hacer gachas en la taza del café o de la leche para sobrevivir a la apestosa sopa de miso que ese conviviente se prepara de desayuno.

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Ver la televisión sin volumen. De esa radical forma, las noticias serán todas positivas y podremos ejercer la ventriloquía con los personajes de nuestras películas favoritas.

¡Feliz 2023!

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